En agosto 1968, cuando las tropas del Pacto de Varsovia entraron en la antigua Checoslovaquia, Chudik se marchó por algun tiempo a Austria en seňal de protesta por aquella intervención militar.
Ladislav Chudik actuó en numerosas películas, series televisivas, obras de teatro y fue el recitador por excelencia de los poemas del escritor eslovaco Milan Rufus.
Además de su desenvolvimiento en estos ámbitos, estuvo inmerso en la vida política del país. Tras la Revolución de Terciopelo, durante los primeros aňos (1989 y 1990) ejerció el cargo de ministro de Cultura. Ladislav Chudik, a lo largo de su carrera profesional, fue homenajeado con diferentes galardones y condecoraciones, entre los que resaltan la orden de Estado Ludovit Stur de I grado y el premio Jozef Kroner, en reconocimiento por toda su obra artística.
El ministro de Cultura Marek Madarič, tras enterarse de la dolorosa noticia, declaró: "La muerte de Ladislav Chudik es una pérdida irreparable para Eslovaquia. No sólo fue un digno representante de la época dorada del arte dramático en nuestro país, sino también una de las personalidades con mayor prestigio moral".