Hoy, 6 de octubre se cumple el 70 aniversario de la llamada Batalla de Dukla, uno de los acontecimientos históricos más importantes relacionados con la Insurrección Nacional Eslovaca y, por lo tanto, con el levantamiento del pueblo eslovaco contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. La Insurrección Nacional Eslovaca, apoyada en aquel entonces por el Ejército Rojo y el Gobierno checoslovaco exiliado en Londres, tenía como objetivo principal controlar el paso a través de la población de Dukla, situada cerca del triángulo fronterizo que forman Eslovaquia, Polonia y Ucrania, en la cordillera de los Cárpatos occidentales.
Según varios historiadores encuestados, en esta caso se trató de una de las mayores batallas de la historia en terreno montañoso. En la Batalla de Dukla, en la cual lucharon más de 265.000 soldados de ambos lados del conflicto, se cobró más de 70.000 vidas y decenas de miles de personas quedaron heridas. Los montes Cárpatos representaron una fortificación natural y especialmente en las temporadas de invierno casi todos los militares se quejaban del mal tiempo. El tiempo jugó un papel importante también en la Batalla de Dukla. La mayoría de los soldados que sobrevivieron dicho combate luego confirmaron que el terreno montañoso, las lluvias interminables, las nieblas espesas y el barro de los ríos les complicaban mucho sus vidas. Varios soldados que sobrevivieron esta batalla destacaron en las entrevistas que después comenzaban a odiar el ambiente montañoso. Cuando se habla de la Batalla de Dukla, se mencionan preferentemente los destinos de los soldados. Pero el espacio de batalla afectó negativamente a todos los ciudadanos no evacuados antes del inicio de la actividad militar. La gente sufría de hambre y del maltrato de los militares, especialmente de los miembros de las brigadas nazis SS. Según František Cséfalvay del Instituto Histórico Militar, los soviéticos no iniciaron esta operación por razones militares, sino políticas, con la intención de ayudar al proceso de la Insurrección Nacional Eslovaca. La mayoría de los historiadores concluye que, como en el caso de Verdun, en Francia, el precio pagado por esa victoria fue muy alto, pero que también se trató de una victoria importante. Una vez liberada Checoslovaquia, el ejército de nuestro país formó su equipo de fútbol, llamándolo Dukla de Praga en honor a aquella batalla y a la rebelión del pueblo eslovaco.
